El 18 de mayo en Ucrania se celebra el Día de la memoria de las víctimas del genocidio de los tártaros de Crimea – pueblos indígenas de la República Autónoma de  Crimea. Su deportación masiva, realizada por la dirección de partido y estado de la URSS, es una página trágica inscrita en la historia de este pueblo. Según la resolución del Comité Estatal de Defensa de la URSS del 5 de mayo de 1944, la deportación de los tártaros de Crimea se inició en la noche del 17 al 18 de mayo del mismo año: los acusaron en la "traición a la patria". Según las apreciaciones de los historiadores, fueron deportadas a las regiones apartadas de Siberia, Ural, Asia Central más de 194 mil personas, que no tenían documentos, vivían en las condiciones de un régimen de vigilancia y sin derecho de desplazarse, incluso para efectuar la búsqueda de los familiares perdidos a causa de la deportación.

    El número de los “migrantes especiales” se aumentó en 1945, cuando, al terminar la guerra, los soldados y oficiales, que combatían contra el fascismo, también fueron declarados como "traidores" y enviados al exilio donde estaban sus familias. Las condiciones difíciles de la vida en las “colonizaciones especiales”, complicadas por un clima desacostumbrado y las enfermedades infecciosas, causaron las muertes de los deportados, que aumentaban por falta del servicio médico debido. Según los datos del Movimiento nacional de los tártaros de Crimea en los primeros 4 años de la deportación murieron cerca de 90 mil personas.

En enero de 1974, según la decisión de la Presidencia del Consejo Supremo de la URSS, fue anulada la prohibición de los retornos a la península, a los sitios de residencia antigua, para los tartratos de Crimea, griegos, armenios y búlgaros. El 14 de noviembre de 1989 el Consejo Supremo de la URSS adoptó la Declaración "Sobre el reconocimiento de los actos represivos ilegales y criminales contra los pueblos, sometidos a la migración forzada, y garantía de sus derechos".

Desde el 1987 el retorno de los tártaros a Crimea adquirió un carácter masivo. A principios de 1990 ellos representaban el tercer mayor grupo étnico en Crimea. Los repatriados regresaban a los territorios, donde sus antiguas colonizaciones y residencias estaban ocupadas,  y prácticamente no tenían las posibilidades de encontrar el trabajo. Las autoridades tenían que tomar las medidas rápidas y eficaces para garantizar a las personas llegadas con las viviendas, trabajo e instituciones de infraestructura social: hospitales, escuelas, centros culturales, lo que requería los recursos considerables. Desde su independencia Ucrania ha asumido toda la responsabilidad por el destino de todos sus ciudadanos, incluidos los que regresaban a su territorio después de la deportación.

Al principio de 2013 a Ucrania (Crimea) regresaron para residir permanente cerca de 266 mil tártaros étnicos de Crimea. Para garantizar las necesidades informativos de la población, empezaron a editarse en el idioma tártaro los periódicos "Kyyrym", "Maarif yshleri", revistas "Tasyl" y "Kasevet". En la Compañía de radio y televisión estatal "Crimea" funcionaba  la redacción tártara "Meydan".

En marzo de 2014 la República Autónoma de Crimea (ARC) fue anexada por Rusia, y los tártaros de Crimea una vez más tienen que defender sus derechos y libertades que constantemente están violándose por las autoridades de ocupación de Crimea: está limitada la libertad de desplazamiento de sus líderes, algunos de ellos no tienen derecho de entrar en Crimea desde otras regiones de Ucrania. En contra de la Resolución de la Asamblea General de la ONU referente al apoyo de la integridad territorial de Ucrania № 68/262 del 27 de marzo de 2014, en el territorio de la ARC está introduciéndose la legislación rusa, fue cerrada por vía forzada la oficina regional del Apoderado en materias de los derechos humanos en Crimea (mayo de 2014). En la ciudad de Simferópol fue arrestado uno de los líderes de Mejlis de los tártaros de Crimea, Ahtem Chyigoz (enero de 2015), hay numerosos casos de violencia física, existen temores de persecución religiosa de los musulmanes, se restringe la actividad de los medios de comunicación tártaros: en abril de 2015 el servicio federal de Rusia “Roskomnadzor” cerró el canal de televisión tártaro ATR 1.